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lunes, 27 de junio de 2011

Vaya dos subnormales..



Sí, subnormales, eso es lo que somos.
Pero subnormales en el buen sentido de la palabra..
Y es que no hay un puto lunes que el señor Julián no nos diga (con su acento francés tan gracioso): "Vego y Magta" o "les trois mousquetaires". Y tampoco hay ni un miércoles que no nos lo recuerde. Y menos si se trata de echarnos esa mirada suya queriendo decir: "Callaros ya, pesadas" o "Atended por una vez en vuestra vida".
Y ya ves, y es que somos así. Las que en la EOI, debiendo hacer francés y atender, se dedican a hacer los deberes de clase, o a cotillear, o por qué no, a cantar. Qué más da.. si es Julián.
Las que se inventan su propio diccionario español-francés en un examen oral porque sí, porque les da la venada, porque no les sale decir "inoubiable", sino "inolvidable".
Así somos, somos las que le sacan una sonrisa a la EOI, porque ir un lunes o un miércoles a francés NO es motivo para dejar de sonreír.
Te quiero niña boba;)

miércoles, 22 de junio de 2011

Ella, la que hace dos días cumplió 15 ;)


Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no creo lo mismo y, la razón, somos nosotras.
Nos conocimos en un campamento de 13 días. Pocos, ¿no crees? Al principio, cuando llegamos, ninguno nos conocíamos, pero eso nos dio igual, estuvimos muy bien todos juntos, pasamos muchos buenos momentos y alguno malo, compartíamos castigos (como el de aquella mañana que nos levantaron una hora antes..), fueron muchos días de piscina disfrutando todos juntos, muchas clases de inglés, partidos y juegos, excursiones, salidas por Ciudad Rodrigo, .. En resumen: fuimos una gran piña.
Pero luego llegó el último día, las actuaciones que llevábamos preparando todo el campa y, con todo eso, los lloros, las fotos de despedida, las miradas de tristeza porque la cosa ya se acababa, los "te echaré de menos" o los "nunca olvides que te quiero". Todavía me acuerdo de la cantidad de lágrimas que echamos, tú y yo, las últimas en despedirnos de aquel lugar que había hecho posible el conocernos y que tantos momentos nos había traído.
Ahora, cuando le preguntas a alguien si ha vuelto a hablar con gente del campa, simplemente te responde un "no.." o un "con (<>)", ya no te dicen: "claro, con todos, se os echa mucho de menos". Quizás ahí sí se note que la distancia es el olvido, o por lo menos la pérdida de muchísima confianza y, a veces, hasta puede ser la pérdida de una bonita amistad.
Pero no se puede decir lo mismo de nosotras dos, NO. Tú y yo. Tres bonitas palabras, ¿no crees? Pues además de bonitas, son verdad. Todavía sigo pensando cómo estamos pudiendo aguantar tanto sin vernos. Supongo que es la ilusión de volver a verte pronto (después de dos años difíciles) y de poder contarnos las historias y los cotilleos de aquellos 13 días que tanto nos marcaron en nuestras vidas.
Y es que, considerando que la distancia es el olvido, ahora puedo decir que entre nosotras la distancia se esfumó, que los kilómetros no son ese muro que nos impida vivir todo "juntas" y que la confianza es la reina de nuestro pequeño mundo, el cual espero que vayamos haciéndolo grande, pero sin cambiarlo, y si no que sea para mejor, porque JUNTAS podremos hacer que nuestras SONRISAS cambien no sólo nuestro pequeño mundo de fantasía, sino el mundo injusto y cruel en el que vivimos.
Y sí, digo nuestras sonrisas, esas que nadie nos impide dibujar en nuestra cara, ni siquiera él..
A parte de GRACIAS, que aquí me tienes para todo y que TE QUIERO MUCHO, sólo me queda decirte que:
<< Siempre sale el sol, compañera de viaje. >>

PD.: Dulces 15.

domingo, 19 de junio de 2011

Una para dos.


Aprendíamos juntos, y nos gustaba imaginarnos que íbamos los dos en una sola bicicleta. Progresábamos día a día. El aprendizaje era lento, supongo que nos costaba mantener el equilibrio, pero no nos dábamos por vencidos. Nuestra meta era recorrernos la península en nuestras bicis, juntos. No recuerdo cuánto tiempo tardamos en conseguirlo haciéndonos el camino "los dos en una sola bicicleta", pero, desde luego, fue mucho y muy feliz.