No sé si fue por esto o por aquello, por ella
o simplemente por mí, por lo que un día me dijiste o por lo que nunca me dirás,
por todo lo que me contaste o por los secretos que todavía me escondes. No sé
si fue por lo que eres o por lo que quieres hacer creer que eres, por lo que
sientes o por lo que te dicen que sientas. No sé si fue por tus quebraderos de
cabeza o por mis ganas de aprovechar
cada segundo a tu lado.
Y es que ahora solo sé que todo acabó. Que nuestros labios se cansaron de besar, nuestros enfados extinguieron las caricias y nuestras discusiones hicieron que los susurros se esfumaran. Que ya no existe ese “nosotros” por el que tanto luchamos. Ni siquiera un “tú y yo”, porque tú te llevabas el “tú” y el “yo” se quedaba aquí conmigo mientras la “y” nos abandonaba y nos dejaba tirados en una carretera cualquiera alejada de todo este mundo de días azules y amaneceres a tu lado.
Y aquí estoy, dando un paseo frío por Madrid, extrañando tus piques, tus abrazos, tus caricias, tu sonrisa y hasta tu particular forma de decirme que me quieres, porque en mi último paseo por Madrid estabas tú cogiéndome de la mano.
<< Y tener el valor
de seguir en pie cuando todo se derrumba. >>
PD.: Echo de menos que me hagas llegar tarde a casa.